Defensas fuertes
El sistema inmunitario protege a nuestro organismo frente a agentes potencialmente dañinos. Para evitar distintas enfermedades es necesario mantener las defensas en buen estado, así mantendremos a raya a microorganismos como las bacterias, hongos y virus.
A través de la alimentación, podemos fortalecer el sistema inmunológico, pero también lo afectan el estrés y la ansiedad. Un sistema inmunológico debilitado favorece la aparición de enfermedades.
¿Cuándo se pueden nuestras defensas debilitar?
Hay síntomas que nos pueden indicar que nuestro sistema inmune no se encuentra del todo bien:
- Infecciones y/o resfríos recurrentes, fiebre frecuente
- Alergias, ojos secos
- Manchas en la piel y caída del cabello
- Cansancio habitual, enfermedades simples, que duran más de lo normal
- Náuseas y vómitos, diarreas
Hay nutrientes y sustancias naturales que pueden ayudar mantener fuertes nuestras defensas, así como unas pautas diarias de vida:
Alimentación: Una alimentación equilibrada y saludable es clave para el funcionamiento de nuestras defensas. Debemos evitar azúcares, ultraprocesados y refinados. En general, nuestra dieta debe incluir frutas y verduras, legumbres, cereales integrales, proteínas y grasas saludables (aceite de oliva virgen, frutos secos, aguacate, pescado azul…).
Sueño: Mientras dormimos el sistema inmunitario se regenera y fortalece. Algunas como la valeriana, la pasiflora, el espino blanco o la amapola de California tienen propiedades relajantes y sedantes. Si no consigues un sueño reparador puedes ayudarte de las plantas medicinales.
Depuración: La detoxificación favorecerá el funcionamiento del sistema inmunitario y linfático, además de aumentar la energía. La acumulación de toxinas perjudica a nuestro organismo, pudiendo tener síntomas como sensación de hinchazón, cansancio, problemas en la piel…
Ejercicio: El ejercicio físico moderado realizado habitualmente mejora nuestra respuesta inmune. Actividades como caminar a paso ligero, nadar o montar en bicicleta, durante al menos treinta minutos reduce el riesgo de sufrir infecciones.
Probióticos: La salud intestinal es considerada fundamental para el sistema defensivo. Para mantener fuerte la barrera intestinal los probióticos son fundamentales. Puedes elegir alimentos con probióticos, es decir, bacterias con diversos efectos benéficos sobre el sistema inmune. Los encuentras en algunos yogures.
Hongos: Pleurotus, maitake, shiitake y reishi contienen β-glucanos con propiedades inmunomoduladoras e inmunoestimulantes, por lo que puede ser utilizados para prevenir enfermedades de origen infeccioso.
Equinácea: Es una planta con actividad inmunomoduladora, activando la respuesta inmune inespecífica (innata) y la específica (adquirida).
Alimentos con vitamina C: cítricos (naranja, mandarina, fresas, arándanos), pimientos, brócoli, kiwi, aguaymanto. El ácido ascórbico favorece el correcto funcionamiento del sistema inmunitario, en la formación de colágeno y como antioxidante, contribuyendo a prevenir el daño de los radicales libres.
Propóleo: Es elaborado por las abejas para proteger la colmena de la invasión de agentes perjudiciales. En nuestro cuerpo, tiene capacidad para estimular sistema inmunitario y, además, tiene acción antimicrobiana, antiinflamatoria, analgésica y cicatrizante.
