La Vitamina E atenúa el daño solar
Abusar del sol está desaconsejado, ya que además de ser peligroso, el daño solar es acumulativo por lo que sus efectos a menudo no se ven hasta que pasa un largo plazo de tiempo. Las radiaciones UVA y UVB actúan sobre las células de la piel formando radicales libres. Estos son los responsables del daño de corta duración de las quemaduras solares.
Con el tiempo, los radicales libres provocan los síntomas del envejecimiento, como por ejemplo, las arrugas de la piel. Los radicales libres pueden encontrarse también en la contaminación del aire o en el humo del tabaco.
La vitamina E, al ser un antioxidante, es uno de los nutrientes que ayuda al cuerpo a combatir los efectos de los radicales libres. Es por esa razón que sus beneficios se han ligado a la prevención del envejecimiento y la aparición de las arrugas. Además, parece que ayuda a la cicatrización rápida de las heridas y la desaparición de las manchas de la piel.
Por tanto, es imprescindible proteger la piel para que aumente su resistencia a los ataques externos a los que está sometida. Es aconsejable aumentar los niveles de vitamina E, pues esta vitamina actúa como antioxidante natural que evita la oxidación del material genético (ADN, ARN), células, proteínas y lípidos.
La vitamina E, presente en el aceite de germen de trigo ayuda a paliar los daños del sol en la piel. Su poder antioxidante, ayuda a reducir los daños que el sol puede producir en la piel. En verano hay una mayor exposición a los rayos ultravioleta, por lo que aumentar la precaución es necesaria.
Utilizar un protector solar adecuado a cada fototipo de piel, con un mínimo de índice de protección FPS 30, sumado a una alimentación rica en vitamina E que pueda mejorar las defensas del organismo, es una opción muy recomendable.
Dónde encontramos fuentes de Vitamina E
Los frutos secos como pipas de girasol, almendras y avellanas, son fuente de vitamina E. Además se encuentra en las hortalizas de hoja verde y el aguacate, las legumbres y los cereales.
Los alimentos que son mejor fuente dietética de esta vitamina son el aceite de germen de trigo, el aceite de soja, el de girasol, el de oliva virgen extra (de primera presión en frío), el germen de cereales.
Cantidad diaria
La dosis recomendada de vitamina E para una persona adulta y sana es de 10 a 12 miligramos por día, es decir, aproximadamente 2 cucharaditas de aceite de germen de trigo al día.
